Vamos a la playa oh oh oh... ¡No sin protección para los ojos!
Sal; mar; lavanda; pinaza; montañas; riachuelos; terrazas o chiringuitos. Las vacaciones ya están aquí y, con su llegada, muchos huiremos en estampida de nuestra residencia habitual –o no–, para disfrutar de unos días de relax y de desconexión. Sea cual sea nuestro propósito en estas fechas, hay algo que debemos llevar siempre con nosotros: las gafas de sol.
Y es que según afirman los expertos, en verano la radiación es mucho más alta, especialmente en países de latitudes mediterráneas, por lo que el melanoma puede comenzar en los párpados, tanto en adultos como en niños. Según apunta el doctor Francisco Javier Hurtado, director médico de la Clínica Rementería yresponsable de Oftalmología Pediátrica, ”un 10% del cáncer de piel aparece en el rostro y, por ese motivo, es imprescindible proteger la zona ocular desde los seis meses de edad” .
Es sabido que la piel tiene memoria y acumula horas de sol debido al exceso de radiación ultravioleta al que nos sometemos cada día, especialmente en verano, un hecho que puede causar daños oculares, desde quemaduras solares en los párpados hasta carcinomas. “Siempre que observemos un bultito en la raíz del párpado que pique, sangre o destruya pestañas y estas se caigan conviene visitar al médico. También pueden aparecer lunares visibles en el globo ocular que debemos controlar si crecen” , subraya Hurtado. Por ello, conviene concienciarse de la importancia, no solo de usar crema protectora solar, sino también de la necesidad de proteger nuestros ojos porque son un tejido que sufre del mismo modo que la piel.
Gafas de sol homologadas
Para una correcta protección de los ojos, todas las medidas de precaución son pocas. Los expertos señalan que la montura de las gafas es lo de menos; lo que realmente importa son los filtros porque las necesidades de una persona rubia, pelirroja o morena son distintas en cada caso, así como las de quienes se expongan al sol de la playa o de la alta montaña. En caso de duda, lo mejor es acudir al médico especialista o al óptico, quien nos recomendará las gafas que mejor nos protejan de las radiaciones del sol.
El cristalino es nuestra principal defensa ante los rayos UVA y en los niños las estructuras oculares no terminan de desarrollarse hasta los 8 años. Por ese motivo, a edades tempranas es cuando mayor precaución debemos tomar, ya que el ojo deja pasar más luz de la que debiera. Si a eso, se le suman unas gafas no homologadas, lo único que harán será dar sensación de oscuridad, por lo que la pupila se dilatará más y entrarán aún más rayos de sol. “En el primer año de vida, el ojo del bebé recibe el 90% de la radiación UVA y el 50% de la UVB, por lo que nunca debe estar expuesto a la luz solar de forma directa. A los 12 años, los ojos todavía reciben el 60% de la radiación UVA y el 25% en la UVB, con especial incidencia en los niños rubios o pelirrojos con ojos claros” , según advierten los especialistas. Ante estos datos, todos, padres y niños, debemos tomar las medidas oportunas y usar gafas de sol de buena calidad.
Vayáis donde vayáis y hagáis lo que hagáis, proteged bien vuestra vista de la luz del sol, ¡disfrutad de un feliz verano y de unas más que merecidas vacaciones!
En iCandela os queremos de vuelta, con las pilas bien cargadas y con ¡muchas, muchas historias sobre la luz!